La adquisición de los fonemas por edades

La adquisición de los fonemas es uno de los hitos más importantes en el desarrollo del lenguaje de los niños. Los fonemas son las unidades de sonido más pequeñas que conforman las palabras, y aprender a producirlos correctamente es esencial para la comunicación. En este artículo, exploramos cómo los niños adquieren los fonemas a medida que crecen, y qué se espera en cada etapa de su desarrollo.

¿Qué son los fonemas?

Antes de profundizar en la adquisición de los fonemas, es importante entender qué son. Los fonemas son los sonidos básicos del lenguaje. Cada idioma tiene un conjunto específico de fonemas que se combinan para formar palabras y frases. En español, por ejemplo, el sonido /p/ en «pato» o /s/ en «silla» son fonemas que, al combinarse con otros, crean palabras con significados específicos.

A lo largo de los primeros años de vida, los niños aprenden a producir estos sonidos de manera progresiva. Sin embargo, este proceso no ocurre de manera uniforme y depende de varios factores, como el desarrollo físico y cognitivo, así como la interacción con su entorno.

Adquisición de fonemas por edades

El proceso de adquisición de fonemas sigue un patrón general, aunque es importante recordar que cada niño se desarrolla a su propio ritmo. A continuación, repasamos las etapas más comunes en la adquisición de los fonemas:

De 0 a 6 meses: La exploración vocal

Durante los primeros meses de vida, los bebés comienzan a experimentar con su aparato vocal, emitiendo sonidos de manera aleatoria. Estos sonidos, llamados balbuceos, son una forma de práctica vocal, aunque no corresponden a fonemas concretos. Sin embargo, durante este período, los bebés empiezan a producir sonidos que luego serán fundamentales en el habla, como las vocales (/a/, /e/, /o/), que son fáciles de articular debido a la posición relajada de la lengua.

De 6 a 12 meses: La aparición de las primeras consonantes

A partir de los seis meses, los bebés empiezan a incorporar algunas consonantes en su balbuceo. Las primeras consonantes que suelen aparecer son las bilabiales (como /p/ y /b/), seguidas de las dentales (como /d/ y /t/), que se producen en la parte frontal de la boca. Es común escuchar a los niños en esta etapa producir sonidos como «ba-ba», «da-da» o «ma-ma», aunque estos sonidos aún no tienen un significado específico.

Durante esta etapa, los bebés también comienzan a imitar los sonidos que escuchan en su entorno, lo que les ayuda a afinar su capacidad para producir fonemas. A medida que van desarrollándose, van diferenciando los sonidos y se vuelven más precisos en la producción de los fonemas.

De 1 a 2 años: La adquisición de los primeros fonemas

Entre el primer y segundo año, los niños comienzan a producir fonemas más complejos, como las fricativas (/f/, /s/, /z/) y las laterales (/l/). Al principio, es probable que no los pronuncien de manera correcta, y utilicen sustituciones o simplificaciones, como decir «gato» como «gaso» o «leche» como «lete». Este es un proceso normal, y con el tiempo las producciones se van afinando.

En esta etapa, los niños también comienzan a juntar sonidos para formar sus primeras palabras. Aunque las pronunciaciones no son perfectas, el vocabulario se expande rápidamente y se hacen más evidentes las primeras palabras significativas.

De 2 a 3 años: Mejorando la producción de fonemas

A medida que los niños se acercan a los tres años, su capacidad para producir fonemas se va perfeccionando. A esta edad, los niños suelen dominar una mayor cantidad de fonemas, como las oclusivas sonoras (/g/, /d/) y las nasales (/m/, /n/). Además, las producciones fonéticas se vuelven más claras, aunque pueden seguir presentando algunos errores, como la omisión de sonidos en palabras complejas («televisión» como «tevisión»).

El desarrollo del habla en esta etapa también está relacionado con la mejora en la coordinación de los músculos orales, que facilita una producción fonética más precisa. La claridad en la pronunciación mejora a medida que los niños interactúan más con su entorno y reciben correcciones de los adultos.

De 3 a 4 años: La correcta producción de la mayoría de los fonemas

A los tres años, la mayoría de los niños ya han adquirido una gran parte de los fonemas del idioma. En esta etapa, se espera que produzcan correctamente los fonemas alveolares (/t/, /d/, /n/) y las palatales (/ch/, /j/), aunque todavía pueden presentar errores en fonemas complejos como los fricativos (/v/, /z/) y los laringales (/g/).

Es importante destacar que en esta etapa los niños también están empezando a ser más conscientes de las diferencias de pronunciación, lo que les permite corregir de manera espontánea algunos errores de articulación.

De 4 a 5 años: Dominio casi total de los fonemas

A los cuatro años, la mayoría de los niños ya han adquirido la capacidad de producir correctamente casi todos los fonemas del idioma. Pueden pronunciar correctamente los sonidos más complejos, como las fricativas sonoras (/v/, /z/) y las liquidas (/r/, /l/), aunque algunas variaciones o errores ocasionales pueden persistir hasta los seis años.

A esta edad, el habla de los niños se vuelve bastante clara y comprensible, y pueden producir una gran variedad de sonidos con precisión, lo que les permite mejorar aún más su vocabulario y habilidades comunicativas.

¿Qué puede influir en la adquisición de fonemas?

El proceso de adquisición de los fonemas varía de un niño a otro, y varios factores pueden influir en este desarrollo:

  1. El entorno lingüístico: El contacto frecuente con hablantes adultos y niños mayores favorece la exposición a diferentes sonidos y palabras, lo que acelera la adquisición de los fonemas.
  2. La capacidad auditiva: La correcta audición es esencial para poder producir fonemas correctamente. Problemas auditivos pueden retrasar la adquisición de los sonidos.
  3. La interacción social: Las interacciones diarias, como leer cuentos, cantar canciones o conversar con los niños, estimulan el desarrollo de los fonemas y mejoran la pronunciación.

Conclusión

La adquisición de los fonemas es un proceso gradual que ocurre a lo largo de los primeros años de vida del niño. A medida que crecen, los niños comienzan a producir una mayor variedad de sonidos y a perfeccionar su pronunciación. Si bien algunos errores son normales durante este proceso, es importante estar atentos a cualquier retraso o dificultad significativa, ya que puede ser indicativo de un trastorno del habla.

Si tienes preocupaciones sobre el desarrollo del habla de tu hijo o notas que no está adquiriendo los fonemas como se espera, te aconsejamos ponerte en contacto con los profesionales de Lorenzo Logopedia. Estaremos encantados de ofrecerte la orientación y el apoyo necesario para ayudar a tu hijo en su desarrollo comunicativo.

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